Qué nos preocupa

A continuación repasaremos algunas de las cuestiones que, como inversores, nos preocupan en el entorno actual.

Comprar a precios inferiores al valor real. Al invertir, lo primero que hay que evitar es la pérdida permanente del capital. No importa que haya volatilidad en el precio de lo que compramos, lo que importa es que lo que hemos comprado mantenga un valor intrínseco igual o superior a lo que pagamos por ello.  Por eso, el principal riesgo a evitar es pagar más de lo que realmente vale lo que compramos. La mejor forma de invertir es comprar cosas que claramente, estén a un precio inferior a su valor, y tendremos así un margen de seguridad en la inversión.

La fase del ciclo de crédito. También hay que prestar especial atención a la fase del ciclo económico en que se encuentran los países en los que invertimos. En general, un país que lleva varios años creciendo a un ritmo acelerado gracias a un nivel de endeudamiento creciente es muy peligroso, porque en ese proceso de crecimiento forzado se habrán cometido muchos errores de inversión que habrá que limpiar mediante una recesión económica. Creemos que China, después de muchos años creciendo a ritmos superiores al 10% anual con expansión del crédito bancario puede haber creado exceso de capacidad en algunos sectores productivos y tendrá que reconocer las pérdidas generadas por dichas inversiones.

La inflación. Por último hay que recordar que de nada sirve esconder la cabeza ante el futuro. El que pretenda evitar todos los riesgos manteniendo una cartera de renta fija o en cuentas corrientes puede sentirse muy seguro porque esas "inversiones" tendrán una volatilidad baja o incluso nula. Sin embargo, esa volatilidad baja o nula que da una falsa sensación de seguridad lo que realmente esconde es una pérdida cierta de poder adquisitivo que en un plazo relativamente corto puede llegar a destruir completamente el ahorro. Para conservar un patrimonio hay que invertirlo.

A continuación ampliamos nuestra visión de los dos riesgos principales que hoy acechan al ahorrador.

1. China
Invertir en ideas que están de moda y que aparentemente van a proporcionar revalorizaciones continuadas al inversor: China y países emergentes.

Hoy China está de moda. Brasil también. Todo el mundo quiere invertir allí, porque según dicen, estos países van a crecer mucho mientras que los países occidentales van a acusar la recesión.

Es verdad que Brasil y China tienen muy buenas perspectivas a largo plazo. Sin embargo las valoraciones de las acciones ya recogen estas perspectivas y ahora es más probable que se produzcan caídas que subidas prolongadas.

Además, en China se ha fomentado la inversión forzando la concesión de créditos y se ha invertido en proyectos que dificilmente serán rentables. Cuando estas malas inversiones se pongan de manifiesto los bancos chinos tendrán problemas de morosidad en el cobro de sus préstamos y es posible que el pánico llegue a los mercados.

                 Niños jugando con "fajos" de billetes de 50 millones 
                      de Marcos en la República de Weimar

2. La inflación
La inflación es, siempre, el peor enemigo del ahorrador. Se come los ahorros como la polilla devora el papel y la herrumbre los metales. Para evitar a este sigiloso enemigo hay que actuar con decisión y buscar las mejores inversiones. El que cree estar seguro con su dinero en depósitos o en bonos del Tesoro se equivoca, y en pocos años verá como su patrimonio ha menguado hasta casi desaparecer.

El problema de la crisis actual es que todo el mundo está muy endeudado. Las familias deben mucho dinero por las casas que se compraron a precios hinchados y los Estados han asumido compromisos con los contribuyentes que no pueden cumplir. En esta situación, lo más fácil para todos es "imprimir dinero" para pagar las deudas sin esfuerzos, y esto es lo que van a hacer. Los economistas más relevantes de EEUU ya están preparando el camino, recomendando una inflación de más del 4% anual...

... y siempre que se ha hecho algo así en la historia, siempre que se ha creado dinero para resolver los problemas del Estado, en Roma, en Argentina, en Alemania, en Zimbabwe, siempre, ha habido una inflación muy alta y los ahorradores han perdido su dinero.